DE ACTIVIDAD RECREATIVA Y DE CONFRATERNIDAD
A HERRAMIENTA COMERCIAL Y DE USO POLITICO.
INTRODUCCION
Los
recientes resultados de los partidos de futbol de la selección peruana por la
clasificación al mundial del 2026, y que lamentablemente fueron derrotas, ha generado
una serie de insultos y pedidos para que Juan Reynoso renuncie o lo saquen de
la Dirección técnica. Muchos, inclusive, llegan al extremo de pedir que Ricardo
Gareca sea nuevamente contratado en
reemplazo de Reynoso.
Esa
reacción de la gente no es nada nueva, puesto que también sucedió con Ricardo
Gareca quien al frente de la selección para el mundial de Rusia 2018 en las
primeras siete fechas alcanzo a tener 4 puntos de 21 posibles e igualmente la
afición “pedía” su cabeza. Asimismo en las cinco primeras fechas de las
eliminatorias para el mundial de Qatar 2022, el mismo Gareca solo alcanzo a tener
un solo punto de 15 posibles, aunque esta vez la gente aún
confiaba en él. Es decir, este tipo de
resultados prácticamente ha sido una constante con respecto a la selección de
futbol y las eliminatorias al Mundial..
Sin
embargo, debido a que este deporte ha perdido su carácter recreativo y de
confraternidad, como veremos más adelante, actualmente está totalmente
comercializado y al servicio de quienes
lo utilizan en campañas mediáticas de tipo político y económico, llegando a
“convertir” a la mayoría de la gente en fanáticos a ultranza sin capacidad de
reflexionar de manera racional y sin apasionamientos frente a los resultados
que se obtienen a nivel de clubes o de selección. Frente a ese fanatismo
desbocado, alimentado por la prensa deportiva, principalmente, es importante imponer la madurez y la
racionalidad y que los comportamientos negativos de ninguna manera se pueden
avalar o dejar pasar por alto, como lo acontecido en el último encuentro frente
a Argentina donde en pleno partido un jugador peruano arrebate el celular a un
aficionado que ingreso al campo a tomarse una foto con un jugador rival, siendo
un claro ejemplo de esa irracionalidad que genera este tipo de confrontaciones
actualmente.
Definitivamente,
tanto jugadores como aficionados han trastocado los valores que debería
fomentar la práctica de un deporte que
es considerado como el de mayor arraigo; más aun considerando que esa
disciplina deportiva en nada influye en el desarrollo gran industrial del país
de manera efectiva y, por lo tanto, no debería de generar enfrentamientos casi
fratricidas entre personas que tengan diferente opinión o simpatía por un
equipo determinado o por comentarios sobre resultados de competencias
internacionales.
El futbol no debería ser el único deporte que pueda monopolizar la atención de la gente, mucho menos de la gran prensa, habiendo otros deportes y deportistas que con gran esfuerzo llegan a destacar en competencias internacionales.
LA “CONVERSION” DEL FUTBOL.
Lo que
queremos, con el presente comentario, es que comprendan que el futbol no
siempre fue un espectáculo competitivo comercial que generaba situaciones
emocionales como las que se viven en la actualidad. Debemos recordar que desde
sus inicios la práctica de este deporte, como muchos de la antigüedad, fue
considerado como un medio de recreación y forma de poder confraternizar entre
amigos o colectividades de la sociedad, anteriormente nunca fue considerado una
competición comercial, aunque si para “demostrar” quienes eran los “mejores” en
cada competición pese a que no existían reglas para el juego.
Según
los historiadores, fue en Inglaterra en el Siglo XIX donde prácticamente se
formalizo y reglamento este deporte; expandiéndose, primero en toda Inglaterra
y, desde ahí hacia Europa y América. Es importante tener presente que el futbol,
en sus primeros años de expansión con reglas ya elaboradas, se convirtió en un
deporte practicado solo por los varones
en forma masiva, por eso lo bautizaron como el deporte de “los machos”, de tal
manera que las mujeres no tenían ninguna forma de participación en esa
disciplina deportiva hasta cuando se convirtió en actividad comercial y a
fuerza de propaganda a través de la prensa hablada y escrita, entonces el
futbol dejo de ser de exclusividad masculina.
Ya en
el Siglo XX aparece la FIFA, el ente internacional del futbol profesional que
lo llego a monopolizar, convirtiéndose en una organización autónoma con
capacidad de prohibir la participación de cualquier país que no cumpla con sus
reglamentos. Lo que no tenemos es, sin embargo, a fecha o circunstancia exacta de como “don dinero privado metió sus
narices” en esta actividad y lo
desnaturalizo haciendo que pierda su sentido humano y de camaradería, puesto
que desde su formalización en Inglaterra las competiciones internacionales eran
financiados por los gobiernos de cada país.
Y
cuando lo convierten en una actividad competitiva de alto nivel es cuando
empieza a predominar la “danza de millones” de los contratos de futbolistas,
donde los países de Europa, que aún no tenían el nivel de ahora pero si mucho
dinero, contratan jugadores que provenían de América del Sur, especialmente de Uruguay, Argentina y Brasil,
dando un salto cualitativo se convierten
en potencias mundiales en este deporte. Es decir el tema del futbol como
actividad comercial empezó a predominar en todos los países.
Al
haberse convertido, el futbol, en un
deporte de masas no podía estar exento al uso político y es así como en 1934,
en el campeonato Mundial realizado en Italia, el fascista Benito Mussolini lo
utiliza para hacerse propaganda y lograr que Italia sea campeón con el uniforme
completamente negro de su Partido Nacional Socialista. Igualmente en España el
dictador Francisco Franco estuvo muy
involucrado en el futbol. En nuestro continente tenemos el caso del Mundial de 1970,
que fue ganado por Brasil y que sirvió para que la Dictadura militar que
gobernaba lo utilizara para maquillar la crisis económica y social por la que
atravesaba ese país. En el Mundial de 1978 en Argentina, este país necesitaba
ganar al Perú por cuatro goles de diferencia para pasar a la final, entonces el
dictador argentino Rafael Videla fue al vestuario peruano previo al partido que
perdió Perú por 6 a 0 frente a la selección local ¿coincidencia?.
En
nuestro país, según archivos documentarios, desde Augusto B. Leguía para
adelante la mayor parte de los gobiernos no han estado al margen de utilizar al
futbol para fines políticos, en especial cuando la selección que participaba en
algún compromiso internacional obtenía algún triunfo; solían recibir a los
jugadores en la casa de gobierno, se tomaban fotos y prometían seguir apoyando
al deporte. Todo esto, claro, con una gran difusión de la prensa hablada y
escrita oficial y privada gracias a la subvención
económica que reciben. Por esta razón no es de extrañar que durante la pasada
campaña electoral la Sra. K se puso la camiseta de la selección y varios de los
jugadores, pagados o no, hicieron propaganda por esa candidata. Igualmente el
actual gobierno ilegal e ilegitimo también lo utiliza para “lavarse la cara” y
obtener respaldo de los aficionados al futbol.
Decíamos
que no sabemos cuándo fue que “Don dinero” metió sus narices en el futbol
recreativo y de confraternidad pata convertirlo en una especie de “mercancía”
comercial para “consumo” de esa gran legión de aficionados que, practicantes o
no, se convirtieron sin darse cuenta en fanáticos de algún club y de la
selección nacional. Y si buscamos en los archivos sabremos que, cuando aún no había
futbol profesional, los que jugaban por un club eran porque se sentían
plenamente identificados con esa institución, pero cuando empezó la “danza de
los billetes” ya no importaba la camiseta sino quien pagaba más. En la práctica, y de manera sibilina, estaban
logrando que el jugador pierda su identidad original y abandone al club que lo
formo por la posibilidad de “mejorar su estatus económico y social”, todo eso
propio del sistema capitalista.
Seguramente
en algunos lugares de nuestro país y de otras latitudes aún se practica el
futbol como un deporte recreativo y de solidaridad, sin embargo en la mayoría
de las ciudades plagadas de “modernidad” los clubes hacen lo posible por ser
protagonistas a cualquier precio; y apelan a la propaganda visual y escrita,
haciendo que la población se olvide de los problemas económicos y sociales y
todo gire en torno al futbol. Y, como vivimos en una sociedad consumista, empresarios
y comerciantes son los más beneficiados de todo ello.
Y si
bien es cierto que es muy difícil regresar a practicar comportamientos
anteriores, el reto es como hacer para que la gente no caiga en el
apasionamiento ni en actitudes casi
fratricidas cuando un club o representativo nacional de futbol no obtiene
resultados positivos. Lo ideal es que los hinchas entiendan que hay problemas más
importantes que resolver para que, precisamente, el nivel de rendimiento en
todas las profesiones u ocupaciones sean las mejores, y eso solo se podrá
alcanzar cuando nuestra sociedad cambie su afición por los temas frívolos e
improductivos y se interese e involucre más en los que realmente son actividades que sirven
para el desarrollo económico y social del país.
En
definitiva, está bien que seamos simpatizantes o hinchas de algún club y de la
selección nacional pero NO fanáticos. El fanatismo no nos permite reconocer las
pocas o muchas limitaciones que, como es el caso de la actual selección
nacional de futbol, se puede advertir; ya sea por temas de carácter
administrativo (dirigentes) o técnicos
(entrenadores y jugadores), materia de otro comentario.
Finalmente,
hay que tener en cuenta que cualquier actividad conlleva un comportamiento
político porque no hay nada aislado y, en este caso, el futbol es parte de
otras actividades que puede desarrollar una persona, de tal manera que amerita
ser comentado.
30 / 10
/ 2023
MI PALABRA
Felipe
Torres Andrade
Comentarista
Político Alternativo.
Lima –
Peru.
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