DESPUES DE LAS JORNADAS DE LUCHA,
LA DERECHA SE SIENTE “FORTALECIDA”.
¿QUE HACER?
INTRODUCCION
Realmente
para quienes venimos del siglo pasado, no solo como observadores sino, como
participantes activos de las innumerables jornadas de lucha tanto sindical y
político desarrolladas por el movimiento popular, ya casi es una costumbre ver
como se pierden oportunidades que podían haber sido mejor aprovechadas si,
desde aquellos años en que se generaron Frentes Políticos con la intención de
llegar a ser gobierno, se hubiese plasmado una organización que emulara a
algunas de las existentes en algunos países vecinos y que llegaron a ser
gobierno con resultados positivos, aunque luego también sufrieron algunos
retrocesos.
Pero,
lo que pretendemos señalar es que en nuestro caso el tema de la UNIDAD política
al interior del movimiento popular pese a numerosos intentos nunca ha
funcionado como debe ser, tanto por actitudes poco fraternas a veces, comportamientos
sectarios en otras oportunidades o. posiblemente, la infiltración de los
enemigos del pueblo. Y el resultado ha sido
tener que asistir a situaciones como la que estamos viviendo, donde
después de casi cuatro meses, de diciembre a marzo, de lucha indesmayable de
los pueblos del Perú profundo, principalmente de la macro región sur, al no
tener el respaldo activo organizado de partidos políticos ni de sindicatos, y
mucho menos de los pobladores de las principales urbes del país, entre ellas
Lima metropolitana, fue progresivamente controlada a base de la brutal
represión aplicada por el ejército y la
policía.
Lo que
nos muestra que, ni siquiera los más de 70 peruanos asesinados por un
“gobierno” ilegal e ilegitimo, ha hecho que la unidad del pueblo sea una
realidad, Y si bien es cierto que la conformación del CNUL sonaba prometedor,
al final de cuentas termino como aquellos Frentes donde más primo el interés
partidario dejando de lado el principal objetivo político coyuntural que había
sido la razón del inicio de estas jornadas de lucha que comenzó el 7 de
diciembre pasado. Aunque algunos, para ocultar intenciones partidarias pretende
decir que la lucha no es de ahora, sino desde doscientos años atrás; es decir
tratan de ocultar e ignorar el rol del Presidente Pedro Castillo en estos
acontecimientos.
Sin lugar a dudas que se seguirán convocando a nuevas “jornadas” de lucha pero, estas seguirán siendo estériles si no se define con claridad el principal objetivo político que realmente signifique la posibilidad de afirmar un avance en el camino por plasmar la Asamblea Popular Constituyente con el cierre del congreso y otros logros significativos.
EN
JULIO, JORNADAS DE MÁS A MENOS
Cuando
se efectúan balances de las jornadas de lucha, es importante y necesario que
estas se realicen de la manera más fría, serena y objetiva sin caer en el deseo de haber visto lo que
realmente no se vio, y esto con la finalidad de corregir errores, defectos y
equivocaciones para acciones posteriores.
Y en lo que se refiere a las convocatorias efectuadas en el mes de julio, es
importante revisar los más mínimos detalles de lo acontecido para determinar si fue continuación de las
luchas desarrolladas durante los primeros meses del año, o es que se va ingresando a una nueva etapa de
lucha, teniendo en cuenta que en la Plataforma de CNUL no se menciona para nada
acerca de la libertad del Presidente Pedro Castillo y menos el tema de su
restitución como tal, y en su lugar casi todos los conformantes de este
conglomerado están priorizando el adelanto de elecciones..
En mi
anterior comentario (ESTA COYUNTURA II) ya hice un esbozo de lo acontecido
durante la Jornada del 19 de julio donde decía que había existido “una masiva
participación” pero, en definitiva, al final del día se concluyó con una falsa
percepción de un éxito alcanzado.
Y es que, si bien es cierto que hubo
movilizaciones en casi todas las
capitales de las regiones o departamentos del país, estas no tuvieron la
repercusión ni las contundencias como para que la gran prensa les diera un
mínimo de cobertura. Lo que logro acaparar la atención de dicha prensa fue lo
acontecido en Lima capital, en especial por la presencia de personajes y grupos
vinculados a los sectores de derecha, centro derecho y congresistas de
“izquierda” que votaron a favor de la vacancia de Pedro Castillo.
Y como
esta gran prensa no podía dejar de mencionar, porque es parte de sus intereses,
dijeron que la jornada del 19 de julio se “caracterizo” porque la gente pedía
“adelanto de elecciones”. Esto es importante tomar en cuenta porque, aunque no
se quiera aceptar, estos medios de comunicación aún mantienen una influencia en
los sectores de la población que no manejan las redes sociales y/o no les
“interesa” la política, de esa manera, mediante el control mediático sobre el
pensamiento y la decisión de dichos sectores, consiguen manipular sus comportamientos
que puedan tomar en determinadas circunstancias.
Y
decimos que las jornadas de julio fueron de “más a menos” porque los días
posteriores al 19, en las regiones del interior, no se replicó ninguna
movilización trascendente, a excepción de algunos hechos localistas aislados; inclusive
aquí en Lima, con poca presencia de delegaciones de provincias solo el día 22
de julio tuvo una repercusión en las redes sociales y prensa alternativa por la
beligerancia de las mujeres de la región Puno, pero fue ignorada por la gran
prensa.
Los
días 27, 28 y 29, pese a que habían sido publicitadas por el CNUL oficial, en
la práctica las movilizaciones se fueron diluyendo por la poca participación de
marchantes y la férrea represión desatada por la policía. Sin embargo, aquí hay
que reconocer y valorar el comportamiento consecuente de quienes piden la
libertad y restitución del Presidente Pedro Castillo, porque sin lugar a dudas fueron
los que persistieron en mantener su presencia en las calles a diferencia de
otros sectores..
Definitivamente habría que remarcar que lo acontecido en esos días nos regresaba en el tiempo a las acciones de lucha de los primeros meses del año, hechos y comportamientos que lo plasmamos en nuestro comentario sobre la poca participación de los partidos que se reclaman del campo popular y los sindicatos clasistas y la ausencia, una vez más, del movimiento popular urbano organizado. Falencias que se repiten a pesar de la formación del CNUL, lo que obliga a que quienes son el soporte de esta organización tengan que hacer una autoevaluación de su funcionamiento y el porqué de las debilidades mostradas.
LA
DERECHA SE SIENTE “FORTALECIDA”.
La
estrecha vinculación entre la embajada de EE.UU con el “gobierno” ilegal de
Dina Boluarte, además de la presencia de militares norteamericanos, no solo
habría servido para “mejorar” los métodos estrictamente represivos de la
policía, sino también para desarrollar trabajos de inteligencia, infiltración y
manejo de masas.
Entonces
el “fortalecimiento“ de la que hoy pretende gozar la derecha, controlando
ilegalmente todos los poderes del estado e instituciones públicas, no es por el respaldo del mayoritario pueblo
oprimido y explotado del Perú y mucho menos por la población de las diferentes
urbes del país, sino por el respaldo militar y policial con que cuentan lo cual
les asegura seguir administrando el modelo económico neoliberal capitalista a
favor de las grandes empresas transnacionales, grupos de poder económicos nacionales y al propio
imperialismo norteamericano.
Lamentablemente,
para quienes realmente desean ser parte de una auténtica democracia donde el
poder de las armas no sea dirimente, la realidad nos muestra algo diferente. Y
es que mucho se ha repetido que “las FF.AA y la PNP no son deliberantes” y que
obedecen a las autoridades civiles, sin embargo se ha observado que usualmente
cuando una autoridad gubernamental quiere tomar una decisión importante tiene
que pedir el “respaldo y consentimiento“ de los mandos militares y policiales,
es decir todo lo contrario a la declaración teórica. Lo que quiere decir que en
la práctica las FF.AA y policiales siempre han sido deliberantes.
Y esa
condición, “de hecho”, lo han utilizado para dar los clásicos golpes militares
y, actualmente, las nuevas formas como
la que hemos visto el pasado 7 de diciembre con el golpe
legislativo-militar-judicial en contra del Presidente Pedro Castillo. Pero lo
que no ha cambiado es que, con la sola excepción del periodo de gobierno del
general Juan Velasco Alvarado, siempre
han estado vinculados y al servicio de los sectores de la derecha. Por eso no
es extraño que en estos momentos el gobierno ilegitimo e ilegal de Dina
Boluarte se sienta con la seguridad suficiente de seguir “gobernando” sin otra
preocupación que es la de mantener su ligazón con el congreso y poder judicial.
Pero, lo que realmente debe quedar muy claro es que, a los que verdaderamente controlan el estado y “manejan” el destino del Perú no les interesa que sea la actual títere u otra persona la que ostente la banda presidencial, solo les interesa que estén a su servicio, por eso el “fortalecimiento” del que hablamos es de toda la derecha en su conjunto, donde sus “arañazos” y “encontrones” no son nada más que parte de su juego político para la población desinformada. Incluso se habla de censuras al presidente del congreso para que ingrese el fujimorista. Repetimos todo eso es un juego político para distraer a la población, al fin y al cabo la fuerza militar y policial es garantía para que la derecha haga lo que le da la gana para felicidad y beneficio de los explotadores.
¿QUE
HACER?
No hay
duda que la actual situación política, económica, social y moral donde se encuentra
inmersa la inmensa mayoría del país, reflejada en las encuestas donde casi el
90% de la población muestra su disconformidad tanto con el poder ejecutivo,
legislativo y principales instituciones del estado, necesita de un cambio
estructural. Es decir, cambios que no solo sirvan para “corregir” algunos
“errores”, “deficiencias” o “malas decisiones” para que luego sigamos en el
mismo modelo económico que hace que siga aumentando la brecha diferencial entre
los explotadores y los oprimidos y explotados. No, esto no es el cambio que
necesita el país.
El
cambio que necesita el Perú es parte del “eterno” debate al interior del
movimiento popular desde muchísimos años atrás. Y, claro, aparece en la mesa de
debates especialmente después de cada acontecimiento como el que hoy vivimos.
Lamentablemente, todo terminaba con discursos sobre la “unidad más amplia” que,
como podemos advertir, nunca se hizo realidad por el comportamiento sectario,
dogmático e ideologizado de ciertos grupos que bajo el pretexto de “nada con
los electoreros” siempre jugaron para los explotadores. Parece que en estos
momentos se repite la historia con el tema de “nada con los caviares (de
izquierda)”. Es decir ciertos personajes no comprenden (¿o sí?) que la teoría,
siendo importante, no determina lo correcto o no de una persona, sino su
práctica diaria, donde la ética y la moral como persona debe ir en estricta
coherencia a su honestidad y consecuencia en el campo político.
Y el
hecho de realizar balances poco serios después de cada jornada de lucha nos ha
acostumbrado a seguir cometiendo los mismos “errores” del siglo pasado. La
pregunta sería ¿Por qué no se pueden corregir esos viejos vicios a pesar de
existir nuevos partidos al interior del movimiento popular?
Considero
que, cuando podamos responder esa pregunta con seriedad y sin ambigüedades y
además comprometernos a trabajar por un auténtico “Frente Político de Masas
AMPLIO Y UNITARIO”, recién podremos hacer realidad el mensaje y enseñanzas de
nuestro Amauta Jose Carlos Mariategui, “No
hagamos cuestión de etiquetas ni títulos” porque “En la jornada de hoy,
todo nos une nada nos divide”.
Claro está
que la unidad tiene que darse en torno a una Plataforma de Lucha y Programa
común que sea representativo del sentir de los oprimidos y explotados de
nuestra patria. Y eso es lo que siempre se ha venido repitiendo, pero sin
resultados positivos. Hoy estamos nuevamente asistiendo a un momento propicio
para hacer realidad este instrumento político. Entendamos, de una vez por
todas, que un solo partido político NO será capaz de garantizar un cambio
estructural, la actual proliferación de grupos y la realidad que afrontamos es
la mejor muestra de lo que afirmamos. Ya en anteriores oportunidades hemos
fundamentado la necesidad urgente de que “el pueblo unido, jamás será vencido” no sea simplemente
un grito desesperado de esperanzas que
cada vez se van frustrando, sino todo lo contrario, es decir debe traducirse en
algo real y con vida orgánica. Todo depende de cada uno de nosotros que, aun
manteniendo su filiación y su fe partidaria, apuesten por el Frente Político de
Masas Amplio y Unitario que el pueblo necesita para, por fin, alcanzar la transformación
política, económica y social de nuestro Perú corroído por los grandes males
generados por un sistema al que solo le interesa el beneficio de unos cuantos a
expensas de la amplia mayoría de la población trabajadora.
En conclusión,
conociendo lo que necesita el Perú para empezar a construir una nueva sociedad
igualitaria, solidaria, con crecimiento económico que beneficie a la inmensa mayoría
de la población, la lucha tiene que seguir, pero siendo conscientes que solo la
forja de ese gran Frente Político de Masas Amplio y Unitario podría garantizar
no volver a sentir frustración, desazón
y desesperanza por las oportunidades que se puedan presentar de convertir al
pueblo en alternativa real de Gobierno y Poder Popular.
23 / 08 / 2023
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade.
Comentarista Político
Alternativo
Lima – Peru.