CONTEXTO LEGAL.
Muchas
veces el “entusiasmo” electoral no nos permite darnos cuenta en qué tipo de
sociedad estamos inmersos, tampoco el estado de derecho que rige nuestro
comportamiento y, por lo tanto, tenemos que aceptar todas las reglas de juego.
Hay que
recordar, especialmente los que pertenecemos al campo popular, que vivimos en
una sociedad controlada por la gran burguesía, pocos grupos de poder económico sometidos
a los dictados del imperialismo norteamericano a través del FMI, Banco Mundial
y otros entes financieros que nos tienen prisionero del modelo económico
neoliberal capitalista.
Y si
esto es así, entonces, todas las leyes y normas legales difícilmente serán favorables
a quienes, a pesar de ser mayoría, no tenemos poder económico alguno que nos convierta
en gran burgués. Por consiguiente, en el tema electoral, también se puede
advertir ese sello de clase, haciendo que los partidos de izquierda tengan que
dejar de lado algunos principios que los identifican como tal para convertirse
en complementos con el cual la clase
dominante pueda decir que vivimos en una “democracia”.
Las elecciones del próximo 11 de abril no escapa a todo lo mencionado líneas arriba, la apócrifa constitución de 1993 es su base legal fundamental y las leyes específicas conexas simplemente la complementan. Lo que hacen tanto la ONPE y el JNE es ejecutar lo ya determinado.
Por el
lado de la izquierda siempre se ha dicho que las elecciones generales son una
confrontación política que debe servir para “acumular fuerzas”, ¿para qué?, se
suponía para ganar respaldo a la idea de cambio social, cambio que incluso podría
ser de manera cruenta. Sin embargo, en la práctica, eso se convirtió en pura
teoría, pues si recordamos, los candidatos de izquierda casi siempre terminaron respaldando al llamado “mal menor”, dejando de
lado la consecuencia y firmeza en lo que se planteaba.
Y es que
casi de manera imperceptible se fue haciendo costumbre el someterse a las leyes
y normas que regulaban las elecciones generales que, como ya lo dijimos, están
de acuerdo al interés de los que controlan el estado burgués, entonces eso de
“acumular fuerzas” fue quedando en el olvido.
No hay
duda que las elecciones generales están hechas a la medida del gran capital. Buscando
simplemente un nuevo administrador del modelo económico. Y a la luz de los últimos
procesos electorales parece que la mayoría de los partidos que se reclaman de
izquierda ya se han adecuado a estas reglas de juego.
¿Algunos
de ellos podrá recuperar su identidad y sus principios para luchar porque
realmente cambiemos este modelo económico neoliberal capitalista anti humano?
(CONTINUARA)
19 / 01
/ 2021
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade.
LIMA – PERU.