miércoles, 1 de noviembre de 2023

EL FUTBOL ( I ):

DE ACTIVIDAD RECREATIVA Y DE CONFRATERNIDAD

A HERRAMIENTA COMERCIAL Y DE USO POLITICO.

INTRODUCCION

Los recientes resultados de los partidos de futbol de la selección peruana por la clasificación al mundial del 2026, y que lamentablemente fueron derrotas, ha generado una serie de insultos y pedidos para que Juan Reynoso renuncie o lo saquen de la Dirección técnica. Muchos, inclusive, llegan al extremo de pedir que Ricardo Gareca sea nuevamente contratado  en reemplazo de Reynoso.

Esa reacción de la gente no es nada nueva, puesto que también sucedió con Ricardo Gareca quien al frente de la selección para el mundial de Rusia 2018 en las primeras siete fechas alcanzo a tener 4 puntos de 21 posibles e igualmente la afición “pedía” su cabeza. Asimismo en las cinco primeras fechas de las eliminatorias para el mundial de Qatar 2022, el mismo Gareca solo alcanzo a tener un solo punto de   15 posibles, aunque esta vez la gente aún confiaba en él.  Es decir, este tipo de resultados prácticamente ha sido una constante con respecto a la selección de futbol y las eliminatorias al Mundial..

Sin embargo, debido a que este deporte ha perdido su carácter recreativo y de confraternidad, como veremos más adelante, actualmente está totalmente comercializado y al servicio  de quienes lo utilizan en campañas mediáticas de tipo político y económico, llegando a “convertir” a la mayoría de la gente en fanáticos a ultranza sin capacidad de reflexionar de manera racional y sin apasionamientos frente a los resultados que se obtienen a nivel de clubes o de selección. Frente a ese fanatismo desbocado, alimentado por la prensa deportiva, principalmente,  es importante imponer la madurez y la racionalidad y que los comportamientos negativos de ninguna manera se pueden avalar o dejar pasar por alto, como lo acontecido en el último encuentro frente a Argentina donde en pleno partido un jugador peruano arrebate el celular a un aficionado que ingreso al campo a tomarse una foto con un jugador rival, siendo un claro ejemplo de esa irracionalidad que genera este tipo de confrontaciones actualmente.

Definitivamente, tanto jugadores como aficionados han trastocado los valores que debería fomentar la práctica de un deporte  que es considerado como el de mayor arraigo; más aun considerando que esa disciplina deportiva en nada influye en el desarrollo gran industrial del país de manera efectiva y, por lo tanto, no debería de generar enfrentamientos casi fratricidas entre personas que tengan diferente opinión o simpatía por un equipo determinado o por comentarios sobre resultados de competencias internacionales.

El futbol no debería ser el único deporte que pueda monopolizar la atención de la gente, mucho menos de la gran prensa, habiendo otros deportes y deportistas que con gran esfuerzo llegan a destacar en competencias internacionales.

LA “CONVERSION” DEL FUTBOL.

Lo que queremos, con el presente comentario, es que comprendan que el futbol no siempre fue un espectáculo competitivo comercial que generaba situaciones emocionales como las que se viven en la actualidad. Debemos recordar que desde sus inicios la práctica de este deporte, como muchos de la antigüedad, fue considerado como un medio de recreación y forma de poder confraternizar entre amigos o colectividades de la sociedad, anteriormente nunca fue considerado una competición comercial, aunque si para “demostrar” quienes eran los “mejores” en cada competición pese a que no existían reglas para el juego.

Según los historiadores, fue en Inglaterra en el Siglo XIX donde prácticamente se formalizo y reglamento este deporte; expandiéndose, primero en toda Inglaterra y, desde ahí hacia Europa y América. Es importante tener presente que el futbol, en sus primeros años de expansión con reglas ya elaboradas, se convirtió en un deporte practicado solo por  los varones en forma masiva, por eso lo bautizaron como el deporte de “los machos”, de tal manera que las mujeres no tenían ninguna forma de participación en esa disciplina deportiva hasta cuando se convirtió en actividad comercial y a fuerza de propaganda a través de la prensa hablada y escrita, entonces el futbol dejo de ser de exclusividad masculina.

Ya en el Siglo XX aparece la FIFA, el ente internacional del futbol profesional que lo llego a monopolizar, convirtiéndose en una organización autónoma con capacidad de prohibir la participación de cualquier país que no cumpla con sus reglamentos. Lo que no tenemos es, sin embargo, a fecha o circunstancia  exacta de como “don dinero privado metió sus narices” en esta actividad  y lo desnaturalizo haciendo que pierda su sentido humano y de camaradería, puesto que desde su formalización en Inglaterra las competiciones internacionales eran financiados por los gobiernos de cada país.

Y cuando lo convierten en una actividad competitiva de alto nivel es cuando empieza a predominar la “danza de millones” de los contratos de futbolistas, donde los países de Europa, que aún no tenían el nivel de ahora pero si mucho dinero, contratan jugadores que provenían de América del Sur,   especialmente de Uruguay, Argentina y Brasil, dando un salto cualitativo  se convierten en potencias mundiales en este deporte. Es decir el tema del futbol como actividad comercial empezó a predominar en todos los países.

Al haberse convertido, el futbol,  en un deporte de masas no podía estar exento al uso político y es así como en 1934, en el campeonato Mundial realizado en Italia, el fascista Benito Mussolini lo utiliza para hacerse propaganda y lograr que Italia sea campeón con el uniforme completamente negro de su Partido Nacional Socialista. Igualmente en España el dictador Francisco Franco  estuvo muy involucrado en el futbol. En nuestro continente tenemos el caso del Mundial de 1970, que fue ganado por Brasil y que sirvió para que la Dictadura militar que gobernaba lo utilizara para maquillar la crisis económica y social por la que atravesaba ese país. En el Mundial de 1978 en Argentina, este país necesitaba ganar al Perú por cuatro goles de diferencia para pasar a la final, entonces el dictador argentino Rafael Videla fue al vestuario peruano previo al partido que perdió Perú por 6 a 0 frente a la selección local ¿coincidencia?.

En nuestro país, según archivos documentarios, desde Augusto B. Leguía para adelante la mayor parte de los gobiernos no han estado al margen de utilizar al futbol para fines políticos, en especial cuando la selección que participaba en algún compromiso internacional obtenía algún triunfo; solían recibir a los jugadores en la casa de gobierno, se tomaban fotos y prometían seguir apoyando al deporte. Todo esto, claro, con una gran difusión de la prensa hablada y escrita oficial y privada  gracias a la subvención económica que reciben. Por esta razón no es de extrañar que durante la pasada campaña electoral la Sra. K se puso la camiseta de la selección y varios de los jugadores, pagados o no, hicieron propaganda por esa candidata. Igualmente el actual gobierno ilegal e ilegitimo también lo utiliza para “lavarse la cara” y obtener respaldo de los aficionados al futbol.

Decíamos que no sabemos cuándo fue que “Don dinero” metió sus narices en el futbol recreativo y de confraternidad pata convertirlo en una especie de “mercancía” comercial para “consumo” de esa gran legión de aficionados que, practicantes o no, se convirtieron sin darse cuenta en fanáticos de algún club y de la selección nacional. Y si buscamos en los archivos sabremos que, cuando aún no había futbol profesional, los que jugaban por un club eran porque se sentían plenamente identificados con esa institución, pero cuando empezó la “danza de los billetes” ya no importaba la camiseta sino quien pagaba más.  En la práctica, y de manera sibilina, estaban logrando que el jugador pierda su identidad original y abandone al club que lo formo por la posibilidad de “mejorar su estatus económico y social”, todo eso propio del sistema capitalista.

Seguramente en algunos lugares de nuestro país y de otras latitudes aún se practica el futbol como un deporte recreativo y de solidaridad, sin embargo en la mayoría de las ciudades plagadas de “modernidad” los clubes hacen lo posible por ser protagonistas a cualquier precio; y apelan a la propaganda visual y escrita, haciendo que la población se olvide de los problemas económicos y sociales y todo gire en torno al futbol. Y, como vivimos en una sociedad consumista, empresarios y comerciantes son los más beneficiados de todo ello.

Y si bien es cierto que es muy difícil regresar a practicar comportamientos anteriores, el reto es como hacer para que la gente no caiga en el apasionamiento  ni en actitudes casi fratricidas cuando un club o representativo nacional de futbol no obtiene resultados positivos. Lo ideal es que los hinchas entiendan que hay problemas más importantes que resolver para que, precisamente, el nivel de rendimiento en todas las profesiones u ocupaciones sean las mejores, y eso solo se podrá alcanzar cuando nuestra sociedad cambie su afición por los temas frívolos e improductivos y se interese e involucre más en  los que realmente son actividades que sirven para el desarrollo económico y social del país.

En definitiva, está bien que seamos simpatizantes o hinchas de algún club y de la selección nacional pero NO fanáticos. El fanatismo no nos permite reconocer las pocas o muchas limitaciones que, como es el caso de la actual selección nacional de futbol, se puede advertir; ya sea por temas de carácter administrativo  (dirigentes) o técnicos (entrenadores y jugadores), materia de otro comentario.

Finalmente, hay que tener en cuenta que cualquier actividad conlleva un comportamiento político porque no hay nada aislado y, en este caso, el futbol es parte de otras actividades que puede desarrollar una persona, de tal manera que amerita ser comentado.

30 / 10 / 2023

MI PALABRA

Felipe Torres Andrade

Comentarista Político Alternativo.

Lima – Peru.

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