¿Y EL PUEBLO ORGANIZADO DONDE ESTA? (III)
“Los cambios en los regímenes de precipitación
han sido identificados por los expertos como uno de los principales mecanismos
a través de los cuales el cambio climático, generado por la emisión de gases de
efecto invernadero, afectaría a la frecuencia, intensidad y magnitud de las
inundaciones. William Lau, director del área de estudios atmosféricos de la
NASA, anunció que a causa del calentamiento global habrá lluvias más extremas,
es decir, en los lugares donde tradicionalmente cae mucha agua durante los próximos
años lloverá aún más, mientras que las zonas más secas ahora sufrirán de
sequías aún más crudas.
Es por ello, que es importante tomar medidas de
prevención y gestión de riesgos de desastre como: labores de prevención en
riberas, plantación de árboles en las zonas de cabeceras de cuencas para evitar
la caída de huaycos o la instalación de gaviones en quebradas para evitar
inundaciones, entre otros.
Estos eventos climáticos extremos afectan
múltiples sectores incluyendo agricultura y seguridad alimentaria, recursos
hídricos y disponibilidad de agua, y la salud y seguridad de la población”.
Estos
párrafos fueron publicados luego de realizada la COP20 en diciembre del 2014 en
nuestro país, en cuyos acuerdos se instaba a cada gobierno a ver la manera de poder
trabajar el tema de la prevención sobre eventos naturales como el que
actualmente está azotando al Perú con resultados aún imprevisibles. Incluso, el
2015, en algunas regiones se desarrollaron foros sobre Cambio Climático y el
Fenómeno del Niño, pero podríamos decir que no se le dio la debida importancia.
Es
cierto que de los gobiernos de turno poco o nada se ha esperado en temas de
prevención, pese a que cada año siempre se han presentado los huaycos y algunos
desbordes de ríos, claro está sin la furia y la dimensión de lo que vivimos
ahora.
Precisamente,
estas reuniones de carácter internacional se han venido realizando
periódicamente pero, tal como lo denunciaran los movimientos sociales de los
diferentes países, solo era para ganar titulares y seguir dejando de lado las
medidas preventivas, no solo en el sentido de sufrir un costo mínimo de
víctimas y destrucción sino de controlar toda actividad que conduzca a liberar
en exceso el dióxido de carbono (CO2), gas que al acumularse con otros atrapa la radiación solar cerca de la superficie
terrestre, causando una absorción mayor del calor y, por lo tanto, un calentamiento global.
Es decir, lo que está viviendo nuestro país solo era cuestión
de tiempo debido a que no existe política de estado con respecto a prevenir las
consecuencias del calentamiento global, todo esto pese a tener conocimiento del
tema.
Igualmente, al interior del movimiento popular, tampoco se ha
debatido sobre esto de manera adecuada y con responsabilidad. Las
organizaciones políticas progresistas y/o de izquierda en ningún momento
pusieron en la mesa de debates el tema del calentamiento global o cambio
climático como necesario a discutir; y lo que es peor, como no existe un
movimiento popular debidamente organizado, el pánico generalizado, la
desesperación y la falta de apoyo
inmediato para quienes vienen soportando con mayor fuerza el ataque de la
naturaleza se ha convertido verdaderamente en un futuro sombrío por la pérdida
de familiares y/o de todos sus bienes.
Otra vez nos damos cuenta que la organización del pueblo es
muy importante, no solo para temas de carácter político, sino también para
afrontar con mejores recursos cualquier evento propio de la naturaleza.
Nuevamente la respuesta desorganizada y espontánea de la
población ha generado, en algunos casos, especulación y aprovechamiento, actos
condenables desde todo punto de vista.
Los colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos no han
sido capaces de responder de manera oportuna y organizada frente a estos
eventos naturales que ya se preveía venir, mostrando su poco interés por este
tipo de acontecimientos.
Definitivamente es urgente y necesaria forjar el FRENTE
político de masas que el pueblo necesita, donde se incluya en su agenda como
afrontar el tema de los fenómenos naturales, como el Niño, el cambio climático
y sus consecuencias, como son los huaycos y los desbordes de los ríos. Mientras
tanto no nos queda más que colaborar con las campañas de solidaridad y apoyo a
las familias que vienen sufriendo de manera directa los embates de la
naturaleza agravada, como bien se sabe, por las malas conductas humanas de
prevención.
19 / 03 / 2017
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade
Felipe Torres Andrade
Lima, Perú
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