viernes, 21 de enero de 2022

PARA EXTRAER LECCIONES DE LAS ELECCIONES 2021 EN PERU ( II )

COMO LLEGAMOS AL 11 DE ABRIL

Ya en los comentarios previos al 11 de abril, primera vuelta electoral, habíamos hecho una descripción de los partidos políticos participantes ubicándolos en el espectro político de la derecha, centro, centro-izquierda e izquierda, manifestando con absoluta seguridad que ninguno de los CANDIDATOS representaba a la izquierda propiamente dicha, inclusive llegamos a advertir que cada uno se esforzaba por negar todo vínculo con el comunismo, chavismo, Cuba o posiciones anti imperialistas. Es decir, fuimos muy certeros y objetivos en nuestros análisis, indicando que de todos ellos Peru Libre (PL) con Pedro Castillo se ubicaban en una posición de centro-izquierda pese a que el Ideario de PL reivindicaba teóricamente el Marxismo-Leninismo-Mariateguista, el cual se convirtió simplemente en un cliché.

Sin embargo, por la posición de clase adoptada por Pedro Castillo, su práctica sindical y el mensaje de sus propuestas, en especial el tema de la Asamblea Constituyente, lo convirtió en el candidato de personas que ideológicamente se ubican políticamente en la  izquierda.

Claro que cada comportamiento obedece a determinadas circunstancias convertidas en Reglas a seguir.

Precisamente, hace un año decíamos: No hay duda que las elecciones generales están hechas a la medida del gran capital. Buscando simplemente un nuevo administrador del modelo económico. Y a la luz de los últimos procesos electorales parece que la mayoría de los partidos que se reclaman de izquierda ya se han adecuado a estas reglas de juego.

Y preguntábamos: ¿Algunos de ellos podrá recuperar su identidad y sus principios para luchar porque realmente cambiemos este modelo económico neoliberal capitalista anti humano?”

Lo decíamos porque,  como ya se ha hecho costumbre en nuestro país a diferencia de otros,  la izquierda electoral no fue capaz de vertebrar un frente unido con un solo candidato y un solo Programa de Gobierno. Pese a algunos intentos, sinceros o no, por un lado las llamados “candidaturas naturales” o las viejas “excomuniones”  por una “pureza” ideológica mal entendida marcaron las diferencias y las contradicciones  casi irreconciliables entre partidos que, de izquierda, solo tenían  sus enunciados teóricos, inclusive algunos de ellos con un accionar que no se diferencia en nada a los partidos de la derecha popular; siendo lo más contradictorio el llamado que hacían a la “unidad” pero…  alrededor de su candidato.

Este tipo de comportamientos no se han superado hasta hoy, es más se ha agregado otra  clasificación como la de “izquierda provinciana” e izquierda limeña”, a quienes inclusive se les denominan “caviares”. Un gran favor a los sectores de la derecha, teniendo en cuenta que la gran prensa aprovecha esto para azuzar estas contradicciones y generar mayor división en el campo popular.

Algunos “izquierdistas” se consuelan diciendo que también la derecha se presenta dividida a las elecciones, el 2021 fueron más de diez partidos; eso es cierto y lo hacen como una forma de “demostrar” que vivimos en democracia y que cada sector de la derecha tiene su propia identidad. Pero lo que tenemos que entender es que todos ellos actúan unidos cuando tienen que defender el modelo económico neoliberal capitalista y a sus mentores, los grandes grupos de poder económicos. Por esa razón no les preocupa que cualquiera de sus candidatos sea el elegido. Todo esto ha sido muy visible durante la campaña electoral y actualmente el ejemplo más claro es la oposición total a la Asamblea Constituyente y una Nueva Constitución.

En cambio en el campo popular, a la división ya explicada líneas arriba, se agrega el hecho que no existe homogeneidad en plantear el sistema o modelo económico a seguir, como tampoco se valora de manera seria a los mentores de alternativas al modelo capitalista. Y es que cada partido se ha dado en considerarse el “salvador del pueblo” o el “único” representante del pueblo.

Pero lo más preocupante es que la mayoría de estos partidos no tienen vida orgánica regular y solo se reúnen en cada periodo electoral. Una clara demostración de esto es que los candidatos son militantes recién llegados o simplemente invitados.

Entonces, lo que definitivamente parece estar más cerca de la realidad es que el principal objetivo de estas organizaciones no era llegar a ser gobierno nacional, cosa que lo reconoció el líder de Peru Libre,  sino simplemente colocar algunos congresistas, mantener su inscripción, cobrar los millones por ser partido inscrito  y continuar siendo comparsa de esta “democracia”.

Preguntamos ¿Es correcto este tipo de comportamientos?¿Hay coherencia en lo que se plantea en teoría y se hace en la práctica?¿Realmente alguien está seguro que solo un partido será capaz de solucionar los problemas del país? (CONTINUAREMOS)

20 / 01 / 2022

MI PALABRA

Felipe Torres Andrade.

Lima – Peru.

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