sábado, 26 de febrero de 2022

EL GOBIERNO DE CASTILLO Y LAS DIFICULTADES DE IMPLEMENTAR UNA GESTION DEMOCRATICO-POPULAR

 

Empezaremos por decir que estamos ante un Gobierno Popular pero sumergido en el modelo económico neoliberal capitalista, sin poder modificar el statu quo de lo que dejaron los anteriores gobiernos neoliberales.

Son casi siete meses del actual Gobierno y durante todo este tiempo, incluso desde mucho antes de su proclamación, ha venido soportado un acoso permanente y despiadado de la derecha en su conjunto, de la gran prensa y de los grupos de poder con el objetivo concreto de deslegitimar al Presidente Castillo y lograr su salida de palacio de gobierno,

Nunca antes, durante los 200 años de Republica, y en especial en los últimos 30 años de neoliberalismo “legalizado” por la Constitución de 1993, se había visto un gran interés por conocer hasta el más mínimo detalle de lo que hace o deja de hacer el Presidente de la Republica durante las 24 horas del día.  Así mismo, cualquier designado para algún cargo público es investigado, es “desnudado” en todas las formas hasta encontrar pruebas de su “incapacidad” para el cargo.

¿Está mal que se vigile, controle y/o denuncie todo lo negativo de este Gobierno Popular? No, de ninguna manera, inclusive si esto se hubiese practicado con los gobiernos anteriores de corte neoliberal seguramente no existirían esos agentes de la corrupción pululando por todas las instituciones y poderes del estado. Lamentablemente el objetivo principal de quienes hoy llevan adelante este tipo de “control ciudadano” está orientado a forzar de una u otra manera la salido de Pedro Castillo de la presidencia y ubicar a alguien identificado plenamente con el modelo económico neoliberal capitalista. No es extraño, entonces, que los congresistas golpistas se reúnan en forma pública para planificar sus acciones sediciosas.

Estos hechos hacen que el gobierno se mantenga sin poder ejecutar lo que había prometido durante la campaña electoral y esté actuando totalmente  la defensiva tratando de “complacer” los pedidos de la derecha, llegando al extremo de conformar gabinetes ministeriales con personajes de dudosa catadura moral identificados plenamente con el modelo neoliberal. Si bien es cierto que algunos sectores del pueblo que votaron por Pedro Castillo aún mantienen su respaldo e identificación, en otros empiezan a  surgir las dudas y preocupaciones con respecto al cumplimiento de compromisos adquiridos. Se podría decir que, por el momento, todo lo que viene aconteciendo en la economía y en la política es casi la continuidad del último gobierno  conocido como “gobierno de transición y de emergencia”.

Ahora bien, ¿Existen razones, causas y responsables para que el Gobierno de Pedro Castillo no haya podido consolidarse y ejercer una autentica Gestión Democrático-Popular?, Claro que sí y pasamos a enunciar algunos de ellos.

Entre las razones principales podemos considerar las reglas de juego con las que fue elegido Pedro Castillo, con el soporte legal que significa la apócrifa Constitución de 1993; la que, además, no permite que se puedan modificar las leyes y normas que favorecen a las grandes empresas transnacionales y nacionales. Es, como decimos, una “camisa de fuerza” que lo tiene sometido al actual modelo económico. Otra razón es el no contar con una mayoría absoluta en el Congreso de la república,  con el añadido  que la bancada del partido que auspicio a Pedro Castillo hoy se encuentra dividido y muy lejos de que le  muestren un respaldo incondicional como debería ser.

También debemos considerar como otra de las razones o causas la poca capacidad del mismo Pedro Castillo para designar a su entorno presidencial más cercano, aquellos que deben ser sus ojos y oídos, esos que deben realizar los filtros necesarios para que la persona que sea designada en algún cargo público, como ministro o funcionario de diferente nivel, reúna los requisitos  profesionales necesarios pero, principalmente, una ética, moral y honradez comprobada; es decir, en algunos casos estas razones dependen de su propia decisión. Claro que existen otras causas más, vinculadas a sectores políticos de la población que no quieren perder sus privilegios alcanzados con malas artes, y se ubican como “asesores” y personal de confianza.

Como se puede advertir existen poderosas razones para que el gobierno de Pedro Castillo no pueda cumplir con lo que prometió en campaña, en especial temas estructurales.

Pero también existen responsables para que esas causas o razones descritas  líneas arriba se hubiesen podido enfrentar y superar, sino en todo, en una buena parte. Y, para explicarlo, hay que retroceder en el tiempo hasta antes de las elecciones.

Lo primero que debemos tener en cuenta es reafirmar, y esto es una opinión  personal,  que Izquierda Unida (IU) fue el único y último intento electoral que se organizó de manera seria con un Programa de Gobierno bien detallado  y con buenos equipos de trabajo de profesionales y técnicos capacitados. Liquidado IU, en las demás campañas electorales cada organización política que se reclamaba de izquierda participaba para “acumular fuerzas”, una frase que se hizo muy conocida y que servía luego para llegar a votar “por el mal menor”.  Es decir, si evaluamos con madurez, ningún partido político que se reclamaba de izquierda tomaba en serio esas participaciones electorales, pero tampoco explicaban para que era esa famosa “acumulación de fuerzas”.

Con todos esos antecedentes conocidos podemos decir que Perú Libre (PL) no fue ajeno a estos vaivenes, incluso ya tenía experiencia de participar en procesos electorales desde que se fundó Como Perú Libertario. Y,  lamentablemente, continuando con esas costumbres negativas nos chocamos con la triste realidad que nos muestra qué PL no contaba con un Programa de gobierno 2021-2026, en caso que ganara las elecciones nacionales, y mucho menos con personas idóneas que integren los equipos técnicos capaces de enfrentarse a la derecha en los debates y poder ser parte del personal que ingrese luego a la administración pública.  

Pero lo más insólito de todo esto son las posteriores declaraciones del líder máximo de PL cuando afirma que “ellos no tenían intenciones de ser gobierno nacional y que solo aspiraban a pasar la valla electoral”, algo que nosotros ya lo habíamos expuesto mucho antes de esas declaraciones. Eso nos muestra claramente que PL no estaba preparado, en ningún aspecto, para ejercer el gobierno nacional, Eso explica porque, utilizando como pretexto la salida de Bellido del Gabinete Ministerial, abandonan a Pedro Castillo incluso tildándolo de “traidor” demostrándose que llegar a ser gobierno nacional nunca estuvo en los planes de PL.  La poca capacidad ideológica de sus dirigentes no les ayudo a darse cuenta que, como partido de gobierno, tenían la gran oportunidad de trabajar desde las bases el proyecto de Nueva Constitución Democrática y Popular y la implementación de una Asamblea Popular Constituyente.

Así mismo con una mirada retrospectiva hacia la campaña de la segunda vuelta podemos darnos cuenta que los momentos más críticos del enfrentamiento con la gran prensa y la derecha no fueron afrontados por militantes de PL, sino por aquellos que fueron motejados posteriormente como “caviares”.  Y luego, ya Pedro Castillo como Presidente, tampoco recibió por parte de PL el apoyo logístico adecuado y recursos humanos suficientes para consolidar el Gobierno Popular. Esto también nos muestra por enésima vez que un partido por sí solo no está en condiciones de desarrollar las tareas de un gobierno nacional.  Incluso, las malas gestiones en algunos Gobiernos Regionales son una clara muestra de lo que afirmamos.

Pero, si el gran responsable de las limitaciones y tropiezos que tiene hoy Pedro Castillo para implementar una gestión democrático-popular como debe ser es el partido que lo auspicio, lo que debe quedar claro es que PL repitió los mismos errores que por décadas han venido cometiendo, en el tema electoral, los dirigentes de los partidos que se reclaman de izquierda, entre estos considerar a sus líderes como “candidatos naturales”  y no desarrollar políticas de alianzas que realmente puedan satisfacer los anhelos de los más pobres del país.      

El triunfo electoral de Pedro Castillo y PL el 2021 fue un acontecimiento realmente histórico, la llegada a la presidencia de la republica de un maestro sindicalista con una posición de clase de compromiso con el pueblo y de un partido político que teóricamente se reclama marxista-leninista-mariateguista muchos no se lo esperaban. Es decir, algo que nunca había sucedido en el Perú en estos 200 años de Republica. Y si este hecho no se llega a valorar en su verdadera dimensión, por el significado que representa para los pueblos más pobres del país, y no se llega a revertir el momento que está atravesando, entonces el desánimo y la frustración podrá sepultar las esperanzas por alcanzar cambios significativos de carácter económico y social para el pueblo. Es muy importante que dirigentes y líderes populares sepan aquilatar las experiencias vividas. Y ahora que se acercan las elecciones para gobernación y alcaldías, en octubre próximo, los que aspiran a participar deben contar con su Plan de gobierno y con los equipos humanos de comprobada honestidad y capacidad profesional.

Pues bien frente a una situación como en la que se encuentra el actual Gobierno Popular, y si realmente desea hacer honor a esa caracterización entonces, ya es momento que Pedro Castillo tiene que pasar a la ofensiva en todos los terrenos. Su primera medida tiene que ser reajustar el equipo de apoyo que lo rodea y que actualmente reemplaza a lo que debería haber sido el respaldo de la organización política que lo auspicio, tiene que dejar de lado el tema familiar, amical o coterráneo que actualmente predomina en su entorno. Una segunda medida es tender puentes de trabajo conjunto con las organizaciones populares que aún lo respaldan con convicción y decisión, eso hará que aquellos que se ha alejado puedan retornarle su respaldo activo.

Un tercer aspecto es empezar a cumplir con los compromisos económico-sociales de su campaña electoral. Es cierto que ahora Castillo es Presidente de “todos los peruanos” pero tiene que priorizar a aquellos hombres y mujeres que lo respaldaron con su voto, en especial los de la primera vuelta. Ponemos como ejemplo el tema del  FONAVI, no puede tratar de desconocer la totalidad de la deuda al igual que su Ministro  de Economía, el neoliberal Graham. Su decisión final, si no reconoce el pago total, podría marcar un punto de quiebre con un buen sector de la población que se encuentra sumido en la pobreza y que lo respaldo. Lo saludable seria que, reconociendo el pago total, fijara un cronograma de pagos en función a como se va recuperando, de terceros, los fondos que nunca se tenían que haber destinado a otras cosas. Recordemos, lo de FONAVI no es un regalo, es dinero que el estado descontó a los trabajadores pero que nunca cumplieron con el objetivo que manifestaron otorgar. Al igual que el anterior hay otros temas sociales que con mayor inteligencia podrían ir desarrollando en beneficio de la población.

Pasar a la ofensiva también significa desarrollar un mayor control a las grandes empresas que deben cumplir con sus compromisos tributarios y de respeto a la población. Algunas empresas mineras y el propio Repsol pretenden mostrar que la empresa privada extranjera goza de privilegios dando un mal ejemplo a los empresarios nacionales que pretenden hacer lo mismo. Por eso, es importante tomar medidas drásticas de una vez por todas.

No podemos dejar pasar por alto algo que de todas maneras es importante de acuerdo a las reglas de juego a las que se encuentra sometido el gobierno. Se necesita inversión privada para obtener ingresos para el estado, pues bien es momento que los Ministerios correspondientes convoquen a empresas nacionales y extranjeras invertir en el país, pero sujetándose a los planes y requerimientos que el estado a través de su Gobierno Popular plantee para garantizar compromisos justos y equitativos.

Finalmente consideramos que implementar una gestión democrático-popular, aun teniendo como barrera la constitución fujimorista, si es posible realizarlo siempre y cuando exista una organización política seria cuyos integrantes sean personas con solvencia moral y capacidad técnica-profesional.

Febrero, 2022

FELIPE TORRES ANDRADE

MI PALABRA

http://laluchadeclasessigue.blogspot.com

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