sábado, 26 de febrero de 2022

PARA EXTRAER LECCIONES DE LAS ELECCIONES 2021 EN PERU: ( III )

COMO LLEGAMOS AL 06 DE JUNIO

Sin lugar a dudas los resultados del 11 de abril nos mostraba que, a excepción de Perú Libre con 10.77%  y Juntos por el Perú con 04.48%, los demás partidos del campo popular en conjunto solo alcanzaron 2.11% de votos hábiles.

Entonces el gran reto era, convertir los dos meses para la segunda vuelta en tiempo más que suficiente para que la diferencia de 3% obtenido en la primera vuelta sobre la candidata de la derecha, se pueda aumentar y no tener que pasar por todas las adversidades que tuvo que enfrentar Pedro Castillo para ganar la elección con solo 0.2 % de diferencia.

Las opciones eran diametralmente opuestas, por un lado una Keiko Fujimori representante de todos los sectores de la derecha unidos en la defensa del modelo económico neoliberal capitalista y su base legal la Constitución de 1993 y por otro lado Pedro Castillo manteniendo su posición de centro izquierda cuyo mensaje principal era el cambio de Constitución vía Asamblea Constituyente.

Lo que se puede advertir es la poca capacidad de desarrollar alianzas, por parte de Perú Libre partido que auspicio a Pedro Castillo, en ese momento coyuntural. Si bien es cierto que, de acuerdo a los resultados conocidos,  a excepción de Juntos por el Perú todos los demás partidos no garantizaban un endose significativo, se olvidaron de trabajar las alianzas con las organizaciones de base, colegios profesionales, sindicatos colectivos de jóvenes, de mujeres, de adultos mayores, campesinos, comedores populares, etc.; es decir, desarrollar alianza con el pueblo organizado al margen del tema ideológico-religioso.

Y es que el 11 de abril ya nos mostraba que el Congreso sería totalmente hostil a un futuro gobierno popular. ¿Acaso los dirigentes de Perú Libre y el propio Pedro Castillo no eran conscientes de esto? Entonces si se quería cumplir con las promesas, necesariamente era importante un triunfo más holgado. Y eso podía haberse logrado con las organizaciones de base reconociéndolos como parte de un futuro gobierno.

Pero como siempre, el sectarismo, la improvisación, criticas no fraternas fueron común denominador. Al final de cuentas Pedro Castillo tuvo que hacer lo que debía y tenía que haber hecho la organización política que lo auspiciaba. Es decir elaborar un Programa de Gobierno del Bicentenario del cual, al parecer, hoy no se sabe si se está cumpliendo o no. Igualmente tuvo que reunir de manera desesperada un grupo de profesionales y presentarlos como Equipo Técnico, incluso algunos de ellos desapareció al día siguiente.

Esos dos meses fueron muy duros para Pedro Castillo quien tenía que improvisar muchas veces frente a la prensa el tema de los debates y calificativos con lo cual pretendían encasillarlo. Todo eso porque Perú Libre nunca estuvo en capacidad de actuar como una verdadera organización política del campo popular y con deseos de ser Gobierno Nacional, Tan débil fue el respaldo al extremo que aquellos a los que calificaba de “caviares” fue  la columna vertebral en este periodo. ¿Y la  “experiencia” de Perú Libre por sus dos periodos de Gobierno Regional en Junín?, simplemente nunca se puso de manifiesto.

No podemos dejar pasar por alto el papel de la gran prensa, totalmente alineado a la derecha de la derecha, creando notas falsas con el propósito de demoler la candidatura de Pedro Castillo. Posiblemente con una semana más a su favor podrían haber logrado sus objetivos. No les alcanzo en esta oportunidad, pero hay que tener en cuenta para saber cómo enfrentar esa guerra sucia.

Definitivamente el 6 de junio significo una polarización entre dos opciones bien marcadas, con diferente capacidad de maniobra por el “significado” que adquirieron cada uno de ellos. Por un lado la candidata “naranja”, representante de los seguidores del modelo económico neoliberal capitalista, que supo “ganarse” el respaldo  de toda la derecha en su conjunto  y de algunos sectores populares desinformados por la gran prensa, y por otro lado Pedro Castillo que representaba a los sectores más pobres del país, reivindicando su derecho a ser gobierno nacional para cambiar el actual modelo mediante una Nueva Constitución vía la Asamblea Constituyente pero auspiciado por una débil organización política.

Preguntamos entonces, ¿Quiénes tenían que haber elaborado con tiempo un Programa de Gobierno para este quinquenio? ¿Quiénes tenían que haber seleccionado a las personas capacitadas para  formar el Equipo Técnico en este periodo?¿Quién tenía la responsabilidad de trabajar las alianzas con otros partidos políticos del campo popular, sindicatos, colegios profesionales y demás organizaciones naturales de base?. Los invito a manifestarse sobre otros hechos relevantes que se presentaron entre el 11 de abril y 6 de junio y que merecen tenerse en cuenta para posteriores oportunidades. (CONTINUAREMOS)

                                         26 / 02 / 2022

MI PALABRA

Felipe Torres Andrade.

Lima – Peru.

 

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