COMO LLEGAMOS AL 06 DE JUNIO
Sin
lugar a dudas los resultados del 11 de abril nos mostraba que, a excepción de Perú
Libre con 10.77% y Juntos por el Perú
con 04.48%, los demás partidos del campo popular en conjunto solo alcanzaron
2.11% de votos hábiles.
Entonces el gran reto era, convertir los dos meses para la segunda vuelta en tiempo más que suficiente para que la diferencia de 3% obtenido en la primera vuelta sobre la candidata de la derecha, se pueda aumentar y no tener que pasar por todas las adversidades que tuvo que enfrentar Pedro Castillo para ganar la elección con solo 0.2 % de diferencia.
Las
opciones eran diametralmente opuestas, por un lado una Keiko Fujimori
representante de todos los sectores de la derecha unidos en la defensa del
modelo económico neoliberal capitalista y su base legal la Constitución de 1993
y por otro lado Pedro Castillo manteniendo su posición de centro izquierda cuyo
mensaje principal era el cambio de Constitución vía Asamblea Constituyente.
Lo que se puede advertir es la poca capacidad de desarrollar alianzas, por parte de Perú Libre partido que auspicio a Pedro Castillo, en ese momento coyuntural. Si bien es cierto que, de acuerdo a los resultados conocidos, a excepción de Juntos por el Perú todos los demás partidos no garantizaban un endose significativo, se olvidaron de trabajar las alianzas con las organizaciones de base, colegios profesionales, sindicatos colectivos de jóvenes, de mujeres, de adultos mayores, campesinos, comedores populares, etc.; es decir, desarrollar alianza con el pueblo organizado al margen del tema ideológico-religioso.
Y es
que el 11 de abril ya nos mostraba que el Congreso sería totalmente hostil a un
futuro gobierno popular. ¿Acaso los dirigentes de Perú Libre y el propio Pedro
Castillo no eran conscientes de esto? Entonces si se quería cumplir con las
promesas, necesariamente era importante un triunfo más holgado. Y eso podía
haberse logrado con las organizaciones de base reconociéndolos como parte de un
futuro gobierno.
Pero
como siempre, el sectarismo, la improvisación, criticas no fraternas fueron
común denominador. Al final de cuentas Pedro Castillo tuvo que hacer lo que
debía y tenía que haber hecho la organización política que lo auspiciaba. Es
decir elaborar un Programa de Gobierno del Bicentenario del cual, al parecer,
hoy no se sabe si se está cumpliendo o no. Igualmente tuvo que reunir de manera
desesperada un grupo de profesionales y presentarlos como Equipo Técnico,
incluso algunos de ellos desapareció al día siguiente.
Esos
dos meses fueron muy duros para Pedro Castillo quien tenía que improvisar
muchas veces frente a la prensa el tema de los debates y calificativos con lo
cual pretendían encasillarlo. Todo eso porque Perú Libre nunca estuvo en
capacidad de actuar como una verdadera organización política del campo popular
y con deseos de ser Gobierno Nacional, Tan débil fue el respaldo al extremo que
aquellos a los que calificaba de “caviares” fue
la columna vertebral en este periodo. ¿Y la “experiencia” de Perú Libre por sus dos
periodos de Gobierno Regional en Junín?, simplemente nunca se puso de
manifiesto.
No
podemos dejar pasar por alto el papel de la gran prensa, totalmente alineado a
la derecha de la derecha, creando notas falsas con el propósito de demoler la
candidatura de Pedro Castillo. Posiblemente con una semana más a su favor
podrían haber logrado sus objetivos. No les alcanzo en esta oportunidad, pero
hay que tener en cuenta para saber cómo enfrentar esa guerra sucia.
Definitivamente
el 6 de junio significo una polarización entre dos opciones bien marcadas, con
diferente capacidad de maniobra por el “significado” que adquirieron cada uno
de ellos. Por un lado la candidata “naranja”, representante de los seguidores
del modelo económico neoliberal capitalista, que supo “ganarse” el
respaldo de toda la derecha en su
conjunto y de algunos sectores populares
desinformados por la gran prensa, y por otro lado Pedro Castillo que
representaba a los sectores más pobres del país, reivindicando su derecho a ser
gobierno nacional para cambiar el actual modelo mediante una Nueva Constitución
vía la Asamblea Constituyente pero auspiciado por una débil organización
política.
Preguntamos
entonces, ¿Quiénes tenían que haber elaborado con tiempo un Programa de
Gobierno para este quinquenio? ¿Quiénes tenían que haber seleccionado a las
personas capacitadas para formar el
Equipo Técnico en este periodo?¿Quién tenía la responsabilidad de trabajar las
alianzas con otros partidos políticos del campo popular, sindicatos, colegios
profesionales y demás organizaciones naturales de base?. Los invito a
manifestarse sobre otros hechos relevantes que se presentaron entre el 11 de
abril y 6 de junio y que merecen tenerse en cuenta para posteriores
oportunidades. (CONTINUAREMOS)
26 / 02 / 2022
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade.
Lima – Peru.
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