HAY QUE RESOLVER
LA CRISIS DE DIRECCIÓN EN EL MOVIMIENTO MAGISTERIAL ( VI )
Decíamos en las anteriores entregas que, luego del resultado
negativo de la huelga del 2012, sería muy difícil volver a convocar una huelga
indefinida con carácter de “nacional”, la razón y fundamentos también lo
escribímos.
A partir de entonces hasta hoy el magisterio viene pasando
el peor momento con respecto a sus derechos laborales. El cambio
arbitrario del Régimen Laboral ha facilitado, por parte del gobierno, la
aplicación del modelo económico neoliberal en el sector educación; siendo los
maestros los que vienen sufriendo los mayores atropellos a su condición de
profesionales en la educación.
Si el 2013 y 2014 el gobierno no tuvo mayor oposición sindical
para implementar la Ley 29944, parecía que en el 2015 la posibilidad de
organizar una respuesta por parte de los maestros podía ser viable. Pero como
ya lo dijimos, la crisis de Dirección por la que atraviesa el SUTEP es el
principal motivo para no poder implementar una lucha de carácter nacional.
Y lo acontecido durante los meses de mayo, junio y julio
nos muestra claramente lo acertado de nuestras apreciaciones al respecto.
El paro del 14 de mayo convocado por el CEN SUTEP no llegó
a tener la dimensión nacional y su acatamiento no fue masivo. Incluso, de
inmediato, el gobierno promulgó la Ley 30328 de Contrato del Servicio Docente
con características peores a la llamada ley “pulpín” y al CAS. Es
decir los famosos “logros” que aseguran haber obtenido los dirigentes del CEN
no son para el total de maestros.
Pero, ¿Había necesidad y urgencia de luchar contra el cambio de
régimen laboral?, SÍ era urgente y necesario, y los maestros agrupados en los
SUTEs Regionales así lo entendieron y con una Plataforma de Lucha unitaria
convocaron para el 27 de mayo el inicio de la huelga indefinida; aunque, factores
que ya lo mencionamos anteriormente hacía presagiar que dicha empresa
encontraría muchos obstáculos para poder alcanzar los objetivos trazados.
Aún con una Plataforma de Lucha correcta para este momento, lo
que hizo que la huelga iniciada el 27 de mayo no alcanzara los objetivos
trazados fue, a nuestro entender y aparte de otros motivos ya explicados,
la poca claridad en elaborar un Plan de acción y de desarrollo de
la huelga, teniendo en cuenta las características de Lima metropolitana ya observadas
en otras oportunidades; sumándose a esto, una vez más, los rezagos
de sectarismo aún existentes.
Es importante puntualizar que, justamente, Lima
metropolitana no respondió a la convocatoria; convirtiéndose, este hecho, en un
factor que causó malestar en las delegaciones que habían arribado a la
capital, situación que no pudo ser revertida, y ante la cual tampoco se pudo
encontrar alguna alternativa.
Y si bien es cierto que en algunas regiones lograron masiva
participación con la cual entablaron acuerdos con sus autoridades regionales, a
nivel nacional lo planteado en la Plataforma de lucha se mantiene en pie,
seguramente para acciones futuras.
Otro hecho que demuestra la crisis de Dirección del movimiento
magisterial ha sido la nula participación del SUTEP, en Lima metropolitana
principalmente, el día 9 de Julio en el Paro Nacional convocado por la
CGTP, de la cual se precia en ser su base. Ni los dirigentes del CEN SUTEP ni
de los sectores de Lima estuvieron en la movilización. Según las informaciones,
a la misma hora en que se concentraban los trabajadores en la Plaza Dos de
Mayo, los maestros participaban del simulacro de sismo en sus colegios.
No hay duda que luego de estas tres jornadas de lucha ( 14 de
mayo, 27 de mayo y 9 de julio), se ratifica nuestra apreciación sobre la crisis
de Dirección que atraviesa el movimiento Magisterial y la necesidad urgente de
solucionarlo. No se pueden aceptar más despidos ni contratos lesivos. Se viene
la evaluación de permanencia (“desempeño”) y los maestros están sumidos
prácticamente en el conformismo y la resignación, todo esto porque los
dirigentes nacionales con sus comportamientos sometidos al gobierno han
traicionado su obligación de preparar a las masas para luchar por sus derechos.
En todo caso es momento de definiciones para los dirigentes de
base e intermedios, o se suman a la corriente sumisa de los actuales dirigentes
nacionales o con la frente en alto los emplazan y los reemplazan con otros
nuevos. Es momento de decisiones, antes que sea demasiado tarde. (CONTINUAREMOS)
17 / 07 / 2015
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade.
LIMA-PERU
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